La mirada del aguila

La mirada del aguila

Presagios

Presagios

El firmamento se congela y el volcán se consume.
Estrofas y calumnias empujan a la vida a esta eterna caída.
Es infinita la codicia.
Mi castillo de cristal se derrumba pues su reina ya no está,
pero sus pasos ausentes aún retumban en las colinas y me lastima.
Presagio y disyuntiva. La corona de mentiras enaltece mi partida.
Lágrimas platónicas ignaras de la realidad, vuelven todo estático y borroso.
Matices robados, colores sangrientos.
Dolores olvidados se dibujan perfectos.
Palabras de adiós incrustadas como navajas en mi pecho.
Se alza a la luz el delirio…

Sus manos sudadas que castigan lo amado
y las pancartas efusivas que reprochan mis pecados.
Presagio cumplido y definido.
Suspiro condenado por el egoísmo encarnado,
el sol apagado es el refugio de tu amo.
La pública ironía nos nubla la vista,
el mundo ya no soporta más venas adictas.

Devoción clandestina a quien nos lastima.
Esta libertad no tiene rostro dulce que recordar.
La derrota es sabia y amarga, mejor no olvidar.
Inocencia golpeada, colegialas sumergidas en la euforia.
Siempre esgrimes en tus labios la pesadilla de mi historia.

Este es mi presagio, intenso y confundido.
Los lamentos están seguros en los brazos de la madre,
ya todo esta entregado a los gustos de la carne.
Presagio.
Los sentimientos humanos son más dulces que la sangre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Los sentimientos humanos son más dulces que la sangre" EXCELENTE FRASE SEÑOR ESCRITOR, EXCELENTE!