La mirada del aguila

La mirada del aguila

Nostalgia de una noche lluviosa

Nostalgia de una noche lluviosa


Esta noche la lluvia me acompaña,
con los desvelos transeúntes
apéndices de mis palabras.
El silencio tiene su eco
en esta vacía habitación
porque se aprecia lo solitaria
que se siente mi cama,
sin los latidos de tu corazón.

La ausencia de tu risa,
de tu voz
suenan más fuerte
en mi interior,
que los truenos de esa tormenta,
allí,
en el lúgubre exterior.

Extraño el aroma
de tu piel en la almohada,
a tus leves y sutiles ronquidos
cuando descansas.

Me faltan nuestras charlas
y las bromas de la vida
con su irónica fachada.

Extraño las madrugadas en calma
cuando ambos nos perdíamos
en libros
y la pausa de la lectura
era solo para mirarnos,
y sonreírnos.

Sé volar en silencio,
sé caminar sobre el fuego
y también sé navegar
en absoluta oscuridad
por tu cuerpo.

Sé pasear bajo la lluvia
para que me bañe su fría caricia
y esperar con paciencia
las promesas de la vida.

Sé bien apreciar
el sabor de tu boca,
¡quiero soñar!
algún día despertar
y que me tocas,
que estás a mi lado,
que vuelves a mí,
porque lo único que no sé…

es como vivir sin ti.

De
Sol Elk

Las horas que faltan

Las horas que faltan

Navegas en mis sueños
desvelando mis recuerdos,
si supieras cuánto deseo
que estuvieras aquí,
pues las caricias
nunca fueron suficientes
y tu piel
solo me dejó más sed.

Extrañarte ya forma parte
de los minutos de mi vida,
pensar en ti
ya es como una obligación,
que acepto con una sonrisa,
en el interior de mi corazón.

Tengo mi ser lleno de tus marcas,
y de tu calor
que aún reside
por mi cuerpo en llamas,
el aire de mi prisión
todavía huele a ti,
y mis labios tienen muy presente tu sabor.

Estas manos de escultor
están frustradas
pues no terminan su creación,
te necesitan,
para darle forma al amor,
a ese amor,
que has dejado con hambre,
porque estas ausente
en este huracán de pasión,
que jamás cedió,
sino que creció,
hasta ser la tempestad
que me empuja el alma
a la tinta de estas palabras.

Ya no soporto
estar sin mirarte,
sin abrazarte,
quiero arrullarte
ansío tocarte
y con mi boca rozarte
pues de amor me matas,

en las horas que me faltas.

De
Sol Elk

Mi loba y yo

Mi loba y yo

En las sombras podemos escondernos,
juntos somos parte de la noche.

Tus ojos brillan en la oscuridad,
en luna llena,
encontramos nuestra cueva,
nuestro santuario,
alejado,
de miradas ajenas.

Estamos desnudos en el bosque,
la hierba acaricia nuestro andar,
y es el río de mi espalda
la prueba de esta agitación,
pues tú ya sabes,
la verdad de mi corazón.

Somos dos animales,
entregados,
a nuestros instintos salvajes,
tus colmillos tienen hambre,
y en este cielo infinito
yo soy presa de tu carne.

Aúlla mi loba
que me quemas,
el mundo nos parece extraño,
vivimos confinados
en este territorio,
que con nuestro amor
hemos marcado.

Corramos juntos,
corramos libres,
sin ataduras,
solo la piel y la bravura.

Mi loba,
mi cómplice,
es este impulso
que nos consume,
cuando duerme el sol,
cuando no hay sueños
mi loba de ojos secretos…

en las sombras, podemos escondernos.

De
Sol Elk