La mirada del aguila

La mirada del aguila

No te escondas entre flores

No te escondas entre flores

No te escondas entre flores,
hay sinfonías y testigos
de que nuestro amor fue algo real
pero el tiempo apremia
y te debo todo,
también el dolor,
también ese día fatídico
que tambaleaba en una sorpresa
del destino infinito y omnipresente,
que volcaba oraciones inconclusas
sin respetar el duelo
del amor quebrantado por falsas ironías
y saciedades inciertas.

Ya no busques entre los campos
lo que tienes a la mano,
de este pesar con nombre,
con historia y desamor concluso
por tu causa,
sin importar lo que pueda venir después
de este viaje con un solo pasaje de ida.

Te ves bella entre gladiolas,
pero también te veías bella prometiendo amor
nunca me fije cuanto te importaban los demás,
mientras lo nuestro vencía,
se podría,
tomaba mal sabor,
aunque nuestros besos
querían soslayar este martirio
que ahora llamo amor.