La mirada del aguila

La mirada del aguila

No quedan motivos

No quedan motivos

Respiró hondo,
muy profundo
como en un trance doloroso,
pero la verdad
es que era un agudo suspiro
y se pudo escuchar…

Sé que te perdí
así como los árboles
pierden las hojas
con el otoño
cuando vuelve todo seco,
como las flores
pierden su color al morir,
como el cabello
pierde su tono con la edad.
Te perdí,
como el cielo pierde a la luna
cuando se nubla,
como el invierno pierde al sol
cuando se aleja,
como la mañana pierde su esperanza
porque no te encuentras.
Yo te perdí,
como la arena pierde la caricia del océano
cuando baja la marea,
como el desierto pierde su humedad
cuando el calor abrasa.
Y te perdí,
como mis ojos pierden lágrimas
por los recuerdos de un cruel adiós,
como pierdo el sueño
volteando en mi cama
pensando y pensando,
que todo acabo,
como mi corazón perdió tus latidos
de mi mundo ceñido
donde solo me queda desilusión.
Sé que te perdí,
no me queda más vida,
no me quedan motivos,
ni sueños vividos
por encontrar.
Ahora me despido
de mi destino en soledad
ya no hay amor,
no tengo esperanza ni ilusión,
el mar me llama
sus aguas me abrazan,
no quedan delitos por aclarar.

El sol se escondió,
un trueno gritó,
el viento la cegó,
sin consuelo lloró
y así de este mundo,

su dolor se esfumó

De Sol Elk

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