La mirada del aguila

La mirada del aguila

Necesito de tu savia

Necesito de tu savia

Siempre fuiste parte de mí
pero yo no lo sabía,
latías por mí
y yo no te sentía.

Pero hoy ya no tengo más disfraz,
y me desespero por mostrarte
como soy,
un simple corazón atormentado
por la ilusión del prometido amor.

Hoy mis labios te reclaman,
porque necesitan de tu savia
para endulzar todo mi ser,
enamorándome con cada suspiro
de tu pecho agitado,
por el frenesí de las caricias.

Juntos eliminamos las congojas,
y  nos esperan mediodías
de un cálido sol,
de esos abrazos
que nos contienen
con su ternura,
a nuestras almas,
a tu dulce voz
a sólo,
en nuestro mundo…

nosotros dos.

No hay comentarios: