Desde hoy
Mi camino por la vida,
siempre fue errático
con el tinte culpable,
de una incertidumbre constante.
Navegué entre penumbras
sin brújula, ni faro,
y cada error cometido
me costó muy caro.
Tengo el corazón cubierto de cicatrices
y gritos sordos encerrados en el alma,
el insomnio es y fue el compañero obligado,
el observador omnipresente,
de mis largas charlas con la soledad.
Aunque el sol brillaba intenso,
mi cuarto era de una azabache nostalgia;
me he topado con todo el mundo en mí andar,
pero aún así me sentí muy solo;
he visto miserias, pero también milagros.
Pisé espinas con mis pies descalzos
y el perfume del dolor
me llegó a parecer muy grato.
Y así a la deriva me encontré
sometido a cada rincón tétrico de la vida;
viajé sin rumbo,
sin importar el destino,
sólo zozobraba sin motivos.
Pero la creación comparte su sabiduría
y así el timón
hacia un cielo optimista viraría.
Me encontré a mi mismo
conocí mis alas
y la poesía de mi hada.
Ahora surco infinitos,
ahora vuelo a mi ritmo
y la imaginación no está más
ni triste, ni encerrada
y no me importan más
las necias palabras.
Porque hoy los designios se develan
ante esta revolución de mi corazón,
y he encontrado del amor la veta
porque desde hoy,
al horizonte,
lo veré cada vez más cerca.
De Sol Elk
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