La mirada del aguila

La mirada del aguila

Desde hoy

Desde hoy

Mi camino por la vida,
siempre fue errático
con el tinte culpable,
de una incertidumbre constante.

Navegué entre penumbras
sin brújula, ni faro,
y cada error cometido
me costó muy caro.

Tengo el corazón cubierto de cicatrices
y gritos sordos encerrados en el alma,
el insomnio es y fue el compañero obligado,
el observador omnipresente,
de mis largas charlas con la soledad.

Aunque el sol brillaba intenso,
mi cuarto era de una azabache nostalgia;
me he topado con todo el mundo en mí andar,
pero aún así me sentí muy solo;
he visto miserias, pero también milagros.

Pisé espinas con mis pies descalzos
y el perfume del dolor
me llegó a parecer muy grato.

Y así a la deriva me encontré
sometido a cada rincón tétrico de la vida;
viajé sin rumbo,
sin importar el destino,
sólo zozobraba sin motivos.

Pero la creación comparte su  sabiduría
y así el timón
hacia un cielo optimista viraría.

Me encontré a mi mismo
conocí mis alas
y la poesía de mi hada.

Ahora surco infinitos,
ahora vuelo a mi ritmo
y la imaginación no está más
ni triste, ni encerrada
y no me importan más
las necias palabras.

Porque hoy los designios se develan
ante esta revolución de mi corazón,
y he encontrado del amor la veta
porque desde hoy,
al horizonte,

lo veré cada vez más cerca.

De Sol Elk

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