La mirada del aguila

La mirada del aguila

Seducción de dos latidos

Seducción de dos latidos

En esta arena,
donde el cristal del lago golpea,
la luna se mira al espejo
y la sensualidad
busca liberarse completa.

Cuán fatal puede ser un beso
cuando con hambre
se manifiesta el deseo.

Seducción de dos latidos
la noche vive,
no es más inerte
pues entre las piernas.
un volcán emerge

La ropa sobra,
esta demás
y son tus ojos penetrantes
que me dicen…
¡por favor ya no más!

La saliva quema,
el decoro ya no cuenta,
las puntas de los dedos,
están en guerra,
batallando
por conquistar
la desnudez pura de la piel
allí donde el amor
nos transformará
en un solo ser.

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